Dentro de muy poco tiempo, tras años y años de duro trabajo y esfuerzo, de incontables reuniones técnicas y científicas, de planteamientos y conformación de propuestas, de discusiones con multitud de sectores y colectivos implicados, de actividades informativas y promocionales por los pueblos de la Sierra de las Nieves y multitud de foros e instituciones nacionales e internacionales, del cumplimiento de numerosos trámites administrativos regionales y nacionales, de cierta e incomprensible oposición -¿Por qué no decirlo?- al proyecto desde determinados ámbitos… parece que el PARQUE NACIONAL SIERRA DE LAS NIEVES va a ser una esperanzadora y deseada realidad más pronto que tarde porque su último paso, su declaración definitiva por las Cortes Generales mediante Ley si todo sale como lo esperado dentro de unos meses, en este mismo año 2021, tras haber sido aprobado el proyecto de Ley para la declaración del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves el pasado dos de febrero de 2021 por el Consejo de Ministros, será una realidad.
La última y más reciente iniciativa para su clasificación en esta categoría tan sumamente especial tuvo comienzo hace casi una década y fue a expensas de varios organismos: la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de las Nieves, con su gerente D. Tomás Rueda Gaona y todo su equipo; la Dirección de Parque Natural Sierra de las Nieves, dirigido por D. Rafael Haro, con todo su equipo técnico y humano, recientemente galardonado con la distinción Bandera de Andalucía al Mértio Medioambiental "por su gran labor y esfuerzo para la preservación del gran tesoro que será el futuro Parque Nacional Sierra de las Nieves" (¡Rafael, felicidades con retraso!); la Junta Rectora del Parque Natural Sierra de las Nieves, presidida por Dª María Luisa Gómez Moreno, con todas las personas y entidades que aglutina. Y por supuesto que detrás la propuesta también ha estado el apoyo de los Ayuntamientos de los municipios afectados por la futura declaración, de las instituciones, de multitud de asociaciones, colectivos, personas… que han seguido el proceso con ilusión y paciencia.
Pero lo cierto y verdad es que esta idea, esta ilusión, empezó a tomar forma, a fraguarse hace ahora alrededor de un siglo con el objeto inicial de proteger los pinsapares rondeños, aunque ya en el siglo XIX científicos, como E. Boissier, A. Laynez, Máximo Laguna, Barbey, Ceballos… percibieron los valores del lugar, especialmente de los pinsapos, y propusieron algunas medidas de protección. En las primeras décadas del siglo XX algunas figuras y asociaciones hacen pública la necesidad de que el lugar cuente con la máxima protección, pero la primera petición oficial para la catalogación como Parque Nacional tiene lugar en 1934 a instancias del Ayuntamiento de Ronda. Las distintas crisis institucionales, la guerra civil, la difícil situación posterior con la dictadura y la larga crisis socioeconómica… truncaron toda iniciativa de protección, produciéndose una importante presión humana sobre el espacio (carboneo, extracción de madera, sobrepastoreo…) que lo afectó muy negativamente impidiendo que tomara cuerpo su declaración en su momento, pero el sueño siempre ha gravitado desde entonces entre las mentes más inquietas.
Y llegados da este punto es de justicia reivindicar la figura del tolito Manuel Vázquez del Río, a quién el profesor de la UMA D. José Pino Díaz ha dedicado varias entradas en su blog Areadoc, que contiene unos extraordinarios artículos sobre los pinsapares de la Sierra de las Nieves, entre otros temas. El profesor Pino más que rescatar del olvido a este personaje (muy conocido en su pueblo, donde le profesaban un especial cariño y admiración y al que dedicó un extraordinario libro que, a día de hoy, incomprensiblemente, se encuentra sin editar: COSAS DE TOLOX), lo da a conocer en su dimensión de amante y conservador de los pinsapares de la Sierra de las Nieves, desde el desempeño de su cargo como ingeniero de montes en esta zona entre 1922 y 1929. En 1921 elaboró un artículo para el nº 76 de la revista “España Forestal” al que acompaña algunas de las fotografías que quizás sean, siguiendo al profesor Pino Díaz, las más antiguas de los pinsapares de la Sierra de las Nieves, donde ya hacía la siguiente reflexión sobre la necesidad de proteger la sierra ante el riesgo de desaparición de sus singulares masas forestales:
"... no nos queda más que la esperanza remota de que algún día se declaren Parque Nacional las sierras de Tolox, Junquera, Ronda y Parauta. ¿Se realizará la idea cuando ya el parque sea un erial, sin quejigos, sin pinsapos, sin pinos y hasta sin tierra para volverlos a criar"
Foto del pinsapar de Yunquera realizada por Manuel Vázquez del Río en 1921
No hace mucho el referido profesor Pino Díaz elaboró en su blog Areadoc una completa entrada sobre el tema de como desde hace casi un siglo se ha venido tratando la idea, de una u otra forma, de crear un Parque Nacional en la Sierra de las Nieves y que recomiendo a toda persona interesada que la lea: Antecedentes históricos de la declaración de la Sierra de las Nieves como Parque Nacional: la visita de diciembre de 1934 de la comisión de la Comisaría de Parques Nacionales al pinsapar de Ronda. Y también en Un largo camino hacia la protección de los pinsapares rondeños, dentro del extraordinario blog de nuestro admirado amigo Rafael Flores Domínguez, el mejor conocedor de la Sierra de las Nieves -y una de las personas que más y mejor lo están dando a conocer-, donde este singular montañero hace un interesante, ameno, documentado y completísimo recorrido a lo largo de la historia del pinsapo acompañado de numerosas imágenes ilustrativas, recurriendo a numerosos testimonios documentales y publicaciones de viajeros y botánicos, que recoge las distintas iniciativas para proteger los bosques de pinsapos de la Sierra de las Nieves. Una lectura con la que he disfrutado y aprendido muchísimo. No me cabe la menor dudad de que un día -se que me estás leyendo, Rafa, no te vayas a poner "colorao"- en el futuro, dentro de algunas décadas, cuando se analice y reestudie la evolución de este singular territorio y de los personajes asociados a él desde distintas perspectivas y ópticas, junto a los nombre de Clemente, Boissier, Zulueta, Ceballos, Barbey...entre otros, el tuyo estará entre ellos.
También podemos leer en la Web Sierrade las Nieves Parque Nacional una amena historia de los pasos dados en el último siglo y medio para que la Sierra de las Nieves obtenga la máxima catalogación en Anelo Histórico. Web que informa sobre los trámites y actuaciones que se vienen realizando en pos de la declaración como Parque Nacional de la Sierra de las Nieves.
Los primeros que propusieron su protección con convencimiento e ilusión, no van a ver ese sueño hecho realidad, pero nosotros, por suerte y por fortuna, sí. Y en gran parte gracias a lo sembrado por ellos.
Recordemos, empero, que lo que conocemos y llamamos Sierra de las Nieves, ese macizo montañoso que se reparte principalmente entre Ronda, El Burgo Yunquera y Tolox (y no sin pequeñas e históricas rencillas de límites entre pueblos que arrancan de los tiempos de la invasión castellana) y que debe su nombre a la sufrida actividad de los neveros y la explotación de la nieve para su transformación en hielo y comercio a numerosas ciudades y poblaciones malagueñas, gaditanas, sevillanas y africanas durante siglos, fue declarado como PARQUE NATURAL en el año 1989 (Ley 2/1989, de 18 de julio, por la que se aprueba el Inventario de Espacios Naturales Protegidos de Andalucía y se establecen medidas adicionales para su protección) incluyendo a los municipios mencionados más Monda, Istán y Parauta. El término Sierra de las Nieves, que ha crecido en imagen en los últimos lustros, se ha empleado para apellidar a numerosos organismos que trabajan en post del desarrollo de la comarca rural que recibe el mismo nombre y sus gentes (CADE Sierra de las Nieves, AGDR Sierra de las Nieves, Mancomunidad de Municipios Sierra de las Nieves…) así como también se ha asociado cada vez más a numerosos productos y servicios que determinadas empresas prestan en los pueblos para ampararse en su imagen, que ha crecido como referente y en calidad. Pero no siempre se la ha conocido por este término, especialmente entre los vecinos de los pueblos que la comparten y que otorgaron diferentes denominaciones a “su parte” de esta sierra como fruto de la percepción propia y de su relación con ella. De los nombres que tuvo la Sierra de las Nieves también hemos hablado en este blog.
Sierra de las Nieves comparte apellido con otra figura que a mi entender es extraordinariamente interesante desde el punto de vista etnocultural además de lo rico y variado de sus ecosistemas y que no tiene, también según mi opinión, la promoción que creo debe tener, quizás un tanto ensombrecida (por decirlo de algún modo) por la figura del Parque Natural; hablo de la RESERVA DE LA BIOSFERA DE LA SIERRA DE LAS NIEVES Y SU ENTORNO, declarada nada más y nada menos que por la UNESCO en 1995 dentro del programa Mab and Biosphere (Hombre y Biosfera), a instancias de las poblaciones de la zona. En España hay 52 RB que se encuentra recogidas en la Red Española de Reservas de la Biosfera. En Andalucía existen ocho (Córdoba y Cádiz carecen de esta figura) y en Málaga tan sólo la nuestra. Pero ¿Qué son las Reservas de la Biosfera? Según la UNESCO:
Las Reservas de la Biosfera son territorios cuyo objetivo es armonizar la conservación de la diversidad biológica y cultural y el desarrollo económico y social a través de la relación de las personas con la naturaleza. Se establecen sobre zonas ecológicamente representativas o de valor único, en ambientes terrestres, costeros y marinos, en las cuales la integración de la población humana y sus actividades con la conservación son esenciales.
Las Reservas son también lugares de experimentación y de estudio del desarrollo sostenible. Deben cumplir tres funciones básicas:
- conservación de la biodiversidad y de los ecosistemas que contienen,
- desarrollo de las poblaciones locales, y
- una función logística de apoyo a la investigación, a la formación y a la comunicación
Nuestra Reserva de la Biosfera, otro territorio único en la provincia de Málaga, forma parte, junto con otros muchos espacios protegidos del sur de España y del norte de África, de la Reserva de la Biosfera Intercontinental España-Marruecos (la primera en su género) abarcando territorios de dos continentes y de las acaracoladas y revueltas masas de agua que los unen, lugar de encuentro entre el Atlántico y el Mediterráneo.
En la Reserva de la Biosfera de la Sierra de las Nieves existe una variedad de ecosistemas y valores naturales que reciben su catalogación y protección a través de la Red Natura 2000, una red de áreas de conservación de la biodiversidad de la Unión Europea que consta de Zonas Especiales de Conservación (ZEC) y Zonas de Especial Protección para las Aves (ZEPA), cuyo objeto es detener y revertir la pérdida de biodiversidad en Europa provocada por las actividades humanas. Junto a estas dos figuras también existe en la Sierra de las Nieves las zonas LIC, Lugares de Importancia Comunitaria designadas en Europa por su potencial contribución a la restauración de los hábitats naturales y que tienen carácter temporal, aspirando a convertirse en alguna de las dos figuras anteriores.
Esos valores y singularidades naturales se han visto complementados y modealdos a lo largo del tiempo por la acción del ser humano, que ha lo largo de la historia dejado (y deja) sus múltiples huellas y ha ayudado a definir una serie de paisajes de fuerte impronta antrópia a través de sus actividades económicas y humanas de carácter primordialmente agrícola, pero también ganaderos y forestales. Como ejemplos los olivares que peinan las lomas de Alozaina o Casarabonela o los que ascienden por las laderas fragosas de Monda o Yunquera sobre bancales de piedra; los almendrales que visten los espumosos eneros en los alrededores de Guaro; las sabias huertas que se alimentan del agua de ríos y pequeños manantiales, que movían molinos y batanes; las manchas de cultivos de cereales que se trillaban y aventaban en las eras… Pero esa huella ha sido también arqueológica pues desde tiempos prehistóricos hay presencia humana en estas sierras hasta la actualidad de forma ininterrumpida, así que contamos con un patrimonio cultural que arranca en la noche de los tiempos, con ocupación en cuevas, arte rupestre, enterramientos megalíticos y talleres líticos, pasando por numerosos yacimientos neolíticos e iberos, un alto número de villas e infraestructuras romanas como muestra de la captura de la Península Ibérica en la órbita de la civilización romana; algunos vestigios visigodos y de transición hacia la consolidación mundo islámico, especialmente poblados en altura y algunas fortalezas; un importante número de vestigios, especialmente castillos, asociados al mundo islámico, al-Andalus, momento en que nacen estos pueblos; infinidad de vestigios culturales relacionados con las faenas del campo y las transformación de determinados productos… Este asunto ya lo he tratado más ampliamente en otra entrada, por lo que no veo conveniente el extenderme y reiterarme.
El pinsapo, el abeto andaluz, especie emblemática del actual Parque Natural cuyos orígenes hay que buscarlos hace casi 20 millones de años en el período Terciario, y la peridotita, una roca de origen ígneo muy rara y escasa en la superficie terrestre, a la que ascendió hace millones de años desde unos 70 km de profundidad, donde uno de sus mayores afloramientos se localiza en la provincia de Málaga, han sido las motivaciones prioritarias para la creación del futuro Parque Nacional Sierra de las Nieves, que sería el tercero de Andalucía, junto con el de Sierra Nevada (Granada) y el de Doñana (Huelva). El pinsapo es un árbol muy antiguo y asociado a climas fríos, se trata de una adaptación del abeto a regiones meridionales europeas y aunque hay bosques de pinsapos en la Sierra de Grazalema y en Sierra Bermeja (concretamente en Los Reales y teniendo la singularidad de encontrarse sobre peridotitas, pero no la exclusividad ya que en la sierra de Tolox, de la misma naturaleza geológica, también nos los encontramos si bien es cierto que los de la primera ofrecen un paisaje espectacular y una densidad única), las mayores extensiones se localizan en la Sierra de las Nieves. En Marruecos existe otra variedad de abeto -que no pinsapo- el abies marocana, amenazado, entre otras cosas, por la expansión de plantaciones de cannabis. Por otro lado, la peridotita, de la que hemos hablado en varias ocasiones en este blog, emerge del agitado suelo malagueño en varios lugares: Sierra de Alpujata-Sierra Negra (Monda, Ojén y Coín); Sierra Parda de Tolox; Sierra de Aguas (Carratraca); Sierra de la Robla (Casarabonela); y el macizo de Sierra Bermeja, uno de los mayores del Mundo y de los más interesantes desde el punto de vista geológico, ecológico y etnográfico.
Además de estos dos elementos, la zona es de una riqueza biológica y paisajística sin par. Impresionante. Fabulosa. Épica… Los quejigales, las otras muchas comunidades y especies vegetales, animales, de insectos, la multitud de ecosistemas, la inmensa diversidad de formaciones kársticas que devienen de su naturaleza caliza y que convierte a esta formación montañosa como manantial de gran parte de la provincia de Málaga al dar a luz a los ríos Verde, Genal, Guadalevín, Grande y Turón, que generan a su paso auténticos corredores verdes de flora y fauna, pero también de tradiciones, patrimonio, cultura (especialmente agricultura)… a través de los cuales la Sierra de las Nieves sublima y llega mucho más allá rebasando sus agrestes límites confinadores, recorriendo cauces fluviales en los que va creando sus bosques-galería y dando vida a los pueblos, a sus fuentes y regadíos, antaño a sus viejos molinos y pequeñas industrias agrícolas así como a otras grandes industrias siderúrgicas, permitiendo, también el turismo de masas… hasta llegar a las casas de centenares de miles de malagueños a través de sus grifos.
Lo que quiero decir con esto son dos cosas muy sencillas:
En primer lugar, que los mayores y mejores recursos con los que contamos en nuestro territorio para potenciar nuestro desarrollo social y económico son de carácter natural, agrícola, ganadero y cultural. Y por supuesto, humanos. Contamos con unos grandes recursos humanos. No tenemos playa ni mar, ni falta que nos hace, porque los tenemos a un tiro de piedra de una de las zonas con mayor riqueza natural y patrimonial de la provincia de Málaga y de Andalucía como es nuestra comarca, la Sierra de las Nieves.
En segundo lugar, quiero llamar la atención sobre la puerta de oportunidades que se va a abrir de par en par a nuestros pueblos, ayunos de financiación, de oportunidades de empleo y con una crisis endémica de despoblación exacerbada por los tiempos pandémicos en los que vivimos y por el envejecimiento de la población, con la declaración como Parque Nacional, que va a ser ¡ÚNICA! en la historia de este territorio ¡ÚNICA! Y no hablo de las subvenciones (¡Dios me salve y a ti también!), porque esas van a ser la parte más pequeña y menuda de las posibilidades que se nos vienen encima. Posibilidades, por otra parte, para un territorio mucho más amplio que los términos que abarcará el Parque Nacional y que se encuentra en su entorno directo y bajo su paraguas: la Reserva de la Biosfera de las Sierra de las Nieves, e indirecto: Málaga, la Costa del Sol… porque va a ser un revulsivo para el turismo y otras actividades económicas de primer orden que va a tener un importante impacto a nivel provincial. Centrándonos en nuestro territorio, las oportunidades que vamos a tener en nuestros pueblos van a girar alrededor de nuestros mejores recursos: la naturaleza, el sector agrícola y ganadero y el patrimonio cultural.
Esas oportunidades van a gravitar en torno a la organización, planificación y explotación de un turismo de naturaleza y cultura (si, cultura, porque el patrimonio cultural del parque y de su entorno son increíbles) responsable con nuestro medio ambiente y con nuestros entornos: servicios de guías (y no sólo por el pinsapar ¡Ojo!, pues la Reserva de la Biosfera ofrece una infinidad de posibilidades), actividades, talleres, educación ambiental dirigido especialmente, aunque no exclusivamente, a colectivos educativos…; de la mejora en la producción, diversificación, transformación y en la promoción de los productos agrícolas, ganaderos, artesanos… locales: miel, queso, encurtidos, carnes, artesanías… para que nuestros productores locales aumenten sus beneficios recibiendo una remuneración justa pudiendo, por otra parte, estimular la creación de empleo; de los servicios de alojamiento y restauración: hoteles, casas rurales, restaurantes… que van a recibir un fuerte estímulo para el que hay que estar preparados; de las agroindustrias locales: olivareras, primordialmente; de la construcción (tanto de obra nueva como reformas) y mejora de servicios, como por ejemplo museos y centros de interpretación…; de la potenciación de infraestructuras básicas… que se van a traducir en oportunidades de empleo y de futuro para nuestro territorio. ¿Nos hemos parado a pensar, por ejemplo, en el impacto en el sector inmobiliario de la zona? La modalidad de teletrabajo que ha puesto tan de moda últimamente la pandemia puede actuar en favor del alquiler de viviendas en una zona tan atractiva como la nuestra, próxima a importantes núcleos de población (costa del Sol, Málaga…), que ofrece una enorme calidad de vida y donde hay miles de viviendas vacías que podrían encontrar en el alquiler a corto y largo plazo o la fórmula de segunda residencia, una segunda y productiva vida. Eso por no hablar del alquiler destinado al turismo o de la rehabilitación de antiguas viviendas ¿Y para el cine? ¿No hemos pensado en el cine? ¿Es que esos paisajes no son un recurso de fábula para determinadas películas y series tan de moda hoy día?
Tenemos unos recursos naturales y culturales increíbles que hemos de cuidar, mimar y proteger debidamente velando por su sostenibilidad y que nos pueden retornar unos beneficios sociales y económicos muy importantes.
El caso es que ¿Somos conscientes de ello? ¿Somos conscientes del valor y las posibilidades de nuestros recursos? ¿Los vamos a seguir infravalorando? ¿Estamos lo suficientemente mentalizados, preparados y organizados para abordar lo que se nos viene encima o nos queda grande, muy grande?
Hasta ahora únicamente hemos mirado hacia Marbella, hacia el sector turístico de la costa, que ofrecía un amplio repertorio de empleo en el sector de la construcción y la hostelería. Pero ahora, además, vamos a sumar las posibilidades que se abren en nuestro territorio, en nuestra propia casa.
La declaración de Parque Nacional Sierra de las Nieves no será, por tanto, el final de un largo camino de trámites, propuestas, aprobaciones, alegaciones, revisiones... será el principio de una nueva etapa para la Sierra de las Nieves que tendrá un notable impacto socioeconómico en el territorio, especialmente, pero también en el resto de la provincia de Málaga.
A la sazón quiero finalizar esta entrada trayendo la interesante reflexión que hizo el periodista Ignacio Lillo en su artículo del Diario Sur LA SIERRA DE LOS BIENES, publicada en este rotativo e el día tres de febrero de este año (recogida del post EL PINSAPO Y SU FUTURO PARQUE NACIONAL publicado por José B. López Quintanilla, Jefe de Departamento de Actuaciones en el Medio Natural de la Delegación Territorial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, en la Academia Malagueña de Ciencias) donde apunta que
Serán miles los visitantes de toda Europa que necesitarán comer, techo y productos del terreno, y acierta cuando termina diciendo: Pero también es el momento de que sus vecinos sean valientes y emprendan, con servicios innovadores y adaptados para un cliente internacional, porque si no otros se llevarán las ganancias. Ha costado mucho llegar a coronar el Torrecilla, ahora hay que conseguir vivir de ello.
¿Tendremos el coraje de estar a la altura de todas esas oportunidades? ¿Tendremos lo santos cojones de no dejar pasar este tren?
Diego Javier Sánchez Guerra
Más información:
Web de la Consejería de Agricultura, Ganadería,Pesca y Desarrollo Sostenible
Web de la Reserva de la Biosfera de la Sierra delas Nieves
Web Sierra de las Nieves Parque Nacional
El pinsapo y su futuro Parque Nacional
Blog de Rafael Flores Domíngez, RFNatura