Portada de la Propuesta Conjunta de Declaración del
Parque Nacional de La Sierra de las Nieves
Ahora que se está poniendo tan de moda la Sierra de las Nieves -y no digo entre los senderistas, estudiosos o amantes de la naturaleza, que ya hace décadas que lo está- y que está teniendo esa enorme repercusión mediática por su proceso de declaración como Parque Nacional, hay mucha gente que me pregunta, entre otras muchas cosas, qué de dónde le viene el nombre si no tiene nieve y, a lo sumo, cuando la tiene es cada varios años que cae alguna nevada, a veces copiosa, que nos deja una estampa fabulosa de la montaña, pero que dura muy poco en las cumbres. Semanas, tal vez...
Los viejos quejigos de Tolox tras una copiosa nevada
La respuesta es sencilla: el nombre por
el que conocemos hoy día esta estribación de la Serranía de Ronda, proviene del
trabajo de los neveros y del comercio de la nieve que en forma de hielo se
conservaba durante meses en sus cimas, oficio que se desarrolló durante casi
cuatro siglos. Los neveros, como todos sabemos, recogían por medios manuales la
nieve de la superficie y las almacenaban en pozos (de este tema ya hemos
tratado ampliamente, por lo que se recomienda este enlace: "EL HOMBRE Y LA SIERRA (DE LAS NIEVES). EL
OFICIO DE NEVERO")
durante el invierno y la primavera, apisonándola y transformándola en hielo
para venderla en los meses más cálidos. Los receptáculos artificiales donde se
guardaba se denominan neveros o ventisqueros, pero también los hubo naturales
como simas y cuevas. Esta nieve, en forma de hielo, llegaba a multitud de
poblaciones, especialmente Málaga, pero también Cádiz, Sevilla, Tarifa,
Olvera... ¡incluso a la misma Ceuta!, donde era utilizada en múltiples fines: para
elaborar helados, hacer refrescos y enfriar bebidas, conservar ciertos
alimentos y en numerosas aplicaciones médicas (rebajar la fiebre, tratar
ciertas enfermedades, reducir contusiones...).
Uno de los neveros del puerto de los Ventisqueros
Aunque actualmente sean escasas las
nieves que alberga y pocos los años de nevadas, resulta que en el pasado sí que
hubo muchísima más nieve y que ésta llegaba a ocupar las cumbres de la sierra
durante más de seis meses al año, llegando a cotas muy bajas. Algunas fuentes
documentales hablan de hasta de ocho meses cada año. ¿Qué es lo que ha ocurrido
para que esto no sea ya así? ¿Cómo es posible que de esa abundancia hayamos
llegado a la situación actual en la que la nieve es poco más que testimonial? Se da la circunstancia de que entre los siglos
XIII-XIV al XIX, tuvo lugar a nivel mundial un acontecimiento climático
conocido como la "Pequeña Edad del Hielo", en la que las temperaturas
descendieron varios grados por motivos aún no del todo claros; unos señalan que tuvo su origen en una mayor actividad volcánica que provocó la expulsión de una gran cantidad de cenizas a la atmósfera que impedía en gran parte la penetración de la radiación solar, teniendo como consecuencia un enfriamiento generalizado. Otros ponen el acento en la actividad solar, y aunque es cierto que para estas fechas se detecta una fuerte bajada de las manchas solares, no está del todo clara la conexión entre una y otra cosa.
En zonas de sierras como la nuestra esa bajada de las temperaturas se tradujo en un aumento de la innivación y en una mayor permanencia de las nieves en las cumbres. Sin embargo, en el siglo XIX las temperaturas vuelven a subir, provocando el retroceso de las nieves, haciendo escasear las nevadas y sentenciando de muerte al oficio de nevero, a lo cual se sumaría la fabricación de hielo artificial.
En zonas de sierras como la nuestra esa bajada de las temperaturas se tradujo en un aumento de la innivación y en una mayor permanencia de las nieves en las cumbres. Sin embargo, en el siglo XIX las temperaturas vuelven a subir, provocando el retroceso de las nieves, haciendo escasear las nevadas y sentenciando de muerte al oficio de nevero, a lo cual se sumaría la fabricación de hielo artificial.
Otro de los neveros del puerto de los Ventisqueros
Pero me estoy saliendo del tiesto, como
me ocurre siempre. Este post va sobre el nombre de Sierra de las Nieves...
Volviendo al tema. Cuando en esta zona
se empezó a almacenar y comercializar la nieve en forma de hielo por esa mayor
disposición del blanco meteoro que trajo la "Pequeña Edad del
Hielo", empezó a percibirse, sobre todo desde el exterior, desde los
mercados de consumo, esa imagen de proveedora de la nieve, especialmente entre
los malagueños, principales destinatarios de su preciado producto durante los
siglos XVII al XIX. Pero los lugareños, los vecinos de Ronda, Tolox, Yunquera y
El Burgo, naturalmente, además de por ese, la conocían por otros nombres.
Hemos de tener presente que el
espacio al que ahora nosotros denominamos Sierra de las Nieves es muy amplio y
se encuentra compuesto por muchas formaciones que a lo largo del tiempo han
recibido diferentes denominaciones; Para los yunqueranos ha sido “siempre” la
sierra de Yunquera, para los de Tolox, la sierra de Tolox... Es un espacio que
internamente está compuesto por diferentes accidentes que reciben distintos
nombres y que tiene unos límites toponímicos a veces imprecisos. A ello hay que
sumarle otra circunstancia de gran relevancia histórica: la conquista
castellana y el proceso repoblador cristiano junto con la expulsión de las comunidades moriscas. ¿Y que tiene eso que ver? Muy fácil, los andalusíes que durante siglos vivieron y habitaron en
esta zona habían aplicado sus propios topónimos, sus propios nombres de lugar a
los diferentes espacios y accidentes geográficos desde hacía siglos y siglos. Tras la conquista
castellana y la expulsión de los moriscos, muchos de estos topónimos se fueron
perdiendo paulatinamente hasta caer en el desuso y en el más completo de los
olvidos, otros se castellanizan, van apareciendo
nuevos nombres para designar viejos lugares que sustituyen a los anteriores... Detrás de estos cambios se encuentran diferentes factores como la difícil pronunciación de algunos nombres de origen arábigo por los castellanos, la distinta pronunciación de otros topónimos que se acomodan más al habla castellana, distorsionándolo no sólo a nivel fonético sino también en lo que se refiere a su significado, pues son topónimos que acaban siendo completamente resignificados, resemantizados. En ese sentido los libros de apeo y repartimiento, documentos de finales del siglo XVI que se elaboraron tras la expulsión de los moriscos, atesoran un paisaje toponímico en muchos casos fósil de una inusitada riqueza y de un extraordinario interés.
La primera denominación que inequívocamente designa a la Sierra de
las Nieves, la encontramos en un documento muy antiguo en una fecha tan
temprana como los últimos años del siglo XV, que se refiere a otro anterior de
las primeras décadas del siglo XIV. En el expediente de un pleito del año 1496
que tuvo lugar entre la ciudad de Ronda y la de Málaga por sus límites
jurisdiccionales y que se encuentra en el Archivo de la Catedral de Málaga, aparece la traducción y el traslado de un documento arábigo
mucho más antiguo, en concreto del año 1324, en plena época nazarí. Este
documento ha sido recientemente estudiado por Esteban López García y Virgilio Martínez Enamorado para su libro "El paisaje de Tolox a través de su toponimia andalusí en la documentación castellana". En
ese traslado se halla la denominación más antigua que existe de la Sierra de
las Nieves: Syerra Pinerla, en clara
alusión a la existencia de pinos (¿o pinsapos?) en estos lares. El topónimo,
que tiene un indudable origen romance, o sea, que se formó con anterioridad a la islamización de la
zona, logró sobrevivir a una intensa arabización y mantenerse oculto y olvidado
en viejos y raídos documentos hasta nuestros días.
Siguiendo con el tema archivístico y documental, a finales del
siglo XV, tras la conquista castellana, se genera una abultada documentación en
materia de repartimientos, pleitos por lindes, ocupaciones ilegales de
jurisdicciones vecinas... donde emergen multitud de topónimos y nombres de
lugar. Se conserva una denuncia de 1499 de los mudéjares de Tolox por la
entrada de ganados de Ronda y Marbella en tierras toloxeñas, donde aparece el
nombre de Syerra Nevada para
designar a la sierra de Tolox que ocupa la Sierra de las Nieves. Y es el primer
alcaide de esa villa, Sancho de Angulo, quien confirma el delito volviendo a
recoger el susodicho topónimo:
Algunas personas de la ciudad de
Ronda e otras tierras de su mandado se han metido en los propios términos de la
dicha villa de Tolox que es de la dicha ciudad de Málaga en la Syerra Nevada del pinar de la dicha
villa...
El libro de apeos de Tolox (siglo XVI), que está siendo objeto de
un profundo estudio y análisis por el citado investigador Esteban López García, nos ha
deparado numerosas sorpresas toponímicas en referencia a la Sierra de las
Nieves. En él, entre otros como Sierra Blanquilla, se conserva un
curioso topónimo: Xenar, también de
origen andalusí. En el citado libro de apeo se recoge:
... que en esta villa hay una dehesa
que llaman de Xenar que es en lo alto de la syerra Blanquilla en ella que es
muy corta e de muy poca agua porque los ganados que son en la dicha dehesa
muchos años no tienen donde beber...
El topónimo Xenar, que habría que
relacionar con el nombre del río Genal y el precioso valle que lo rodea, está
haciendo referencia al lugar que hoy conocemos por meseta de los Quejigales.
Ese lugar, como dice el documento, se empleaba como dehesa boyal, como lugar de
pastos para animales de arada, estando su límites claramente definidos en el
libro de apeos de Tolox:
Apeose
una dehesa boyal que es en el termino de la dicha villa de Tolox en lo alto de
al syerra que dizen Blanquilla que
alinda con el termino de la çibdad de Ronda partiéndola los mojones del dicho
termino que comiença desde una majada que llaman de la Perra y aquí esta un
mojon de piedras donde comiença la dicha dehesa e va partiendo entrel dicho
termino de Ronda hasta asomar al rio Verde arriba de otra majada de Caalhyta
que esta allí otro mojon de la dicha dehesa e desde la dicha majada viene a dar
por la dereçera a la cueva que dizen de las Palomas e aquí ay otro mojon e
desde allí buleve derecho a la majada de la Perra donde se començo este
deslinde quedando los dichos mojones en torno de la dicha dehesa como redonda.
Sin embargo el topónimo Xenar aparece siete
décadas antes (e incluso, antes, en documentos de finales del siglo XV) en otro documento sobre lindes entre Ronda y Málaga en el año
1502:
En el pleito que es entre el
concejo, justicia e regidores, caballeros, escuderos, vecinos e moradores de la
noble ciudad de Málaga en su nombre de una parte, e el concejo, justicia,
regidores, caballeros, escuderos de la noble ciudad de Ronda e su procurador en
su nombre de la otra, sobre cierto debate e partición e devisión de términos de
la syerra que dizen de Xavar e montes a pastos della que ay e es entre las
dichas ciudades sobre la dicha syerra de
Xanar e montes e pinares e pastos della sobre que es este pleito.
Por tanto y que sepamos hasta ahora, los dos topónimos más
antiguos por los que se conocía este espacio eran los de syerra Pinerla y syerra de
Xanar o Xenar. El empleo de Xavar, parace ser más un error del copista que
otra cosa.
No obstante son muchas más las
denominaciones que a lo largo de los siglos XVI, XVII y XVIII aparecen en
numerosas fuentes documentales y archivísticas que hacen referencia a este espacio
como consecuencia del negocio de la nieve y de los conflictos y litigios que
generaba, así como los pleitos entre lindes de estas poblaciones. Estas
denominaciones, como es natural, suelen convivir en el tiempo, unas más y otras
menos. Algunas acabarán cayendo en desuso, pero otras se mantendrían. En ese
sentido la denominación que más suele aparecer en las fuentes documentales y
bibliográficas, sobre todo a partir de mediados del siglo XVI, es la de Sierra
Blanquilla, o Sierra Blanquilla de Tolox, evidentemente dada
por la tez blanquecina que le profieren las rocas calizas. Ese nombre, además
de en numerosos pleitos e informes, aparece incluso en crónicas y otras obras,
como la de Luis del Mármol Carvajal, “Historia del Rebelión y Castigo de los Moriscos
del Reino de Granada”, publicada hacia 1600. Nos relata este cronista que
participó en la guerra de los moriscos:
Tomando
pues a la parte de levante de Ronda, donde llaman la Jarquía, encima de la
villa de Tolox, que es de la joya de Málaga, cuatro leguas de la mar, está Sierra Blanquilla, más alta que otra
del reino de Granada.
En numerosos documentos que obran en el
Archivo Histórico Nacional referentes al marqués de Villena, señor de Tolox y
Monda y propietario de las nieves y otros recursos forestales de las sierras de
Tolox, también aparece profusamente este término en los arriendos que hace de
las nieves de su jurisdicción a vecinos de Ronda y Sevilla. Además de en estos archivos, en algunos manuscritos de gran interés relativo a Tolox como el del doctor Pedro Ximénez recientemente publicado por el investigador Francisco Marmolejo Cantos ("Tolox en el siglo XVIII. El manuscrito del doctor Pedro Ximénez") , se repite este topónimo de sierra Blanquilla, entre otros muchos anteriores que se irían transformando o desapareciendo a lo largo de esa centuria y posteriores.
El nombre de sierra Blanquilla en un documento de primeros del siglo
XVIII que obra en el Archivo Municipal de Málaga
Portada del libro del investigador Francisco Marmolejo Cantos
En el Archivo Municipal de Málaga, en
relación a este espacio y a la explotación de la nieve, existe una abultada
documentación desde el siglo XVII donde encontramos muchas
denominaciones; además de sierra Blanquilla, nos encontramos con sierra Nevada de Yunquera, sierra de Yunquera, sierra
de la Nieve..., refiriéndose en exclusiva a la parte tocante de Yunquera.
Muchos de estos nombres los ha recuperado el profesor yunquerano Juan Bardón en
su magna obra “Yunquera, entre el Antiguo Régimen y la Restauración
(1750-1900)”, donde dedica un completísimo capítulo al tema de la explotación
de la nieve.
En el Archivo de la Catedral de Málaga obra un documento de mayo de 1491 donde se recogen los límites entre las villas de El Burgo, Casarabonela y Yunquera, en relación a un pleito mantenido por las ciudades de Ronda y Málaga. En él encontramos el topónimo sierra de la nieve:
... luego el dicho señor juez nombró e señaló por primero mojon del dicho deslindamiento de los dichos términos, el picacho más alto de la sierra nevada que se parece donde el dicho cerro del Polvo.
Además de en las fuentes archivísticas, en las obras y crónicas de algunos rondeños de los siglos XVI y XVII, como Macario Fariñas del Corral, autor de "Antigüedades de Ronda" (libro atribuido durante mucho tiempo a Fernando Reinoso y Malo) o Juan María de Rivera Valenzuela, autor de "Díalogos de memorias eruditas", encontramos denominaciones como sierra de Jamaner o de Tamaner. En el capítulo quince de "Antigüedades de Ronda", Que describe y demarca la tierra de Ronda sola, el autor recoge una breve noticia sobre la nieve producida en Ronda:
En el Archivo de la Catedral de Málaga obra un documento de mayo de 1491 donde se recogen los límites entre las villas de El Burgo, Casarabonela y Yunquera, en relación a un pleito mantenido por las ciudades de Ronda y Málaga. En él encontramos el topónimo sierra de la nieve:
... luego el dicho señor juez nombró e señaló por primero mojon del dicho deslindamiento de los dichos términos, el picacho más alto de la sierra nevada que se parece donde el dicho cerro del Polvo.
Además de en las fuentes archivísticas, en las obras y crónicas de algunos rondeños de los siglos XVI y XVII, como Macario Fariñas del Corral, autor de "Antigüedades de Ronda" (libro atribuido durante mucho tiempo a Fernando Reinoso y Malo) o Juan María de Rivera Valenzuela, autor de "Díalogos de memorias eruditas", encontramos denominaciones como sierra de Jamaner o de Tamaner. En el capítulo quince de "Antigüedades de Ronda", Que describe y demarca la tierra de Ronda sola, el autor recoge una breve noticia sobre la nieve producida en Ronda:
…no será
fuera de propósito señalar los campos y términos que en particular tocan de
esta ciudad, lo primero entra confinando con Málaga, por la Sierra del Pinar,
que el moro llamaba Jamaner/Tamaner, que
es la sierra que provee de nieve toda esta Andalucía Baja, y de madera de pinos
la ciudad y muchos lugares …
El libro de Juan María de Rivera
En el siglo XVIII el viajero inglés,
Francis Carter, emplea el mismo topónimo, pero se lo asigna erróneamente a la
sierra del Pinar, en Grazalema. Sin embargo, este emérito inglés se refiere a
la Sierra de las Nieves como Sierra
Blanquilla, eternamente cubierta de nieve. Además de él, son
muchos los viajeros que antes y después de Carter visitan estos lares,
empleando estos y otros topónimos.
Una de las páginas de la conocida publicación de Francis Carter
En la siguiente centuria es el editor
rondeño Juan José Moreti, que había tenido acceso a obras anteriores y otros
documentos históricos, el que la llama cordillera de Comares,
conocida por sierra de la Nieve, que los moros llamaban Jamares.
Otros viajeros, botánicos y estudiosos de esta centuria, en función del lugar
desde donde suban o el término al que pertenezcan, le llaman sierra de Tolox,
de Yunquera o de Ronda... (Simón de Rojas, Edmond Boissier...).
Es más, el pico Torrecilla que todos
conocemos, era denominado antiguamente como cerro de las Plazoletas,
como encontramos en multitud de autores.
Con todo, andado el tiempo, el topónimo
que fue consolidándose y vino a quedarse, y por el que ha sido y es conocido
todo el entorno montañoso del que hablamos, es Sierra de las Nieves (y ello en detrimento del topónimo castellano de sierra Blanquilla, empleado desde al menos el siglo XVI hasta principios del siglo XX), aunque en
su seno incluye numerosas formaciones con decenas o cientos de topónimos. Al
menos si observamos desde el exterior, porque si le preguntamos a cualquier
persona mayor de las poblaciones de Tolox o Yunquera por el nombre de esas
montañas, seguramente nos va a dar otro... Esta última denominación se la
debemos más a las políticas y estrategias de desarrollo rural y comarcalización
que a otra cosa, que potenciaron ese nombre en detrimento de otros a la hora de crear la comarca de la
Sierra de las Nieves, espacio rural que tiene como eje rector esa fabulosa
montaña y al que se adhieren nueve pueblos: Istán, Ojén, Monda, Guaro, Tolox,
Alozaina, Casarabonela, Yunquera y El Burgo.
Delimitación de la Comarca Sierra de las Nieves, con sus nueve pueblos
Actualmente Sierra de las Nieves,
además de designar a una comarca rural malagueña, es el apellido compartido de
numerosas instituciones, organizaciones y catalogaciones, que no necesariamente
abarcan esos nueve pueblos: es el nombre que recibe la comarca y el apellido de
la Reserva de la Biosfera, del parque natural, del esperado parque nacional, de
su mancomunidad, de su oficina de desarrollo rural...
Delimitación de la Reserva de la Biosfera de la Sierra de las Nieves
que abarca doce poblaciones, entre las que se incluye Serrato.
La Sierra de las Nieves y su entorno, lo he dicho siempre, no sólo alberga una riqueza natural y ecológica excepcionales. Ese patrimonio natural se ve acompañado de un patrimonio cultural igualmente diverso, enorme y fabuloso, fruto de una dilatada historia, fruto de la relación Hombre - Paisaje desde la oscura noche de los tiempos. Y la toponimia no es ajena a esos valores histórico-culturales. Ahora que es tiempo de promoción del Parque Nacional, además de conocer mejor o más sus valores naturales, no podemos dejar pasar la oportunidad de conocer sus valores culturales e histórico-patrimoniales.
Este resumido artículo forma
parte de un estudio de mayor envergadura que versa sobre los neveros y la
explotación de la nieve en la Sierra de las Nieves que está realizando el abajo firmante y que espera vea la luz
en fechas no muy distantes.